lunes, 7 de marzo de 2011

Nunca llegues tarde.




Al Padre Pascual le estaban haciendo su cena de despedida
por 25 años de trabajo en una Parroquia.
Un político, miembro de la comunidad, fue invitado para dar
un breve discurso.
Como el político tardaba en llegar, el sacerdote decidió decir
unas palabras él mismo para llenar el tiempo:


-
'Mi primera impresión de la Parroquia la tuve con la primera
confesión que me tocó escuchar. Pensé que me había enviado
el Obispo a un lugar terrible, ya que la primera persona que se
confesó me dijo que había robado un televisor, que les había
robado dinero a sus padres, había robado también en la empresa
donde trabajaba, además de tener aventuras sexuales con la
esposa de su jefe. También en ocasiones se dedicaba al tráfico
y a la venta de drogas. Y para finalizar, confesó que le había
trasmitido una enfermedad venérea a su propia hermana. Me
quedé asombrado, escandalizado y asustadísimo... Pero cuando
transcurrió un tiempo, fui conociendo más a la gente y vi que
no eran todos así, vi una parroquia llena de gente responsable,
con valores, comprometida con su fe. Y así he vivido los 25
años más maravillosos de mi sacerdocio ....'


Justamente en este momento llegó el político, por lo que se le
dió la palabra.  Por supuesto, pidió disculpas por llegar tarde y
empezó a hablar diciendo:


--
'Nunca voy a olvidar el primer día que llegó el Padre a
nuestra Parroquia... de hecho, tuve el honor de ser el primero
que se confesó con él...'


MORALEJA:  Nunca llegues tarde a una reunión.

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