martes, 31 de mayo de 2011

El Genio.

Un hombre, caminaba por la calle Sierpes de Sevilla, cuando se encontró una lámpara.

La recogió del suelo y la frotó  hasta que apareció un genio.

 El genio le dijo:
vale, vale, me has sacado de la lámpara, bla, bla, bla, bla...
Pero ¡coño! ésta es la cuarta vez que me sacan de la lámpara este mes y estoy hasta los huevos de vuestros puñeteros deseos, así que olvídate de los tres deseos.
 ¡¡ Solo te concederé uno !!

El  hombre se sentó en un banco y pensó durante un rato.

Finalmente dijo:

Siempre  he querido ir a Nueva York, pero me da miedo el avión y en barco me mareo.

¿Podrías construirme un puente hasta Nueva York para que pueda ir en coche a visitarla?

El  genio rió ruidosamente y dijo:

Eso es imposible amigo mío, piensa en la logística monumental necesaria para  construirlo. ¿Cómo conseguiremos  construir los soportes hasta el fondo del Océano Atlántico, a 10 Km. de profundidad?. 
Piensa en la cantidad de acero y  cemento que serían necesarios, estás hablando de un puente de 10.000 Km de  largo.

Y habría que poner gasolineras cada 100 Km, piensa en las infraestructuras, es imposible.

Piensa en otro deseo, éste no puede ser.
 

El hombre lo comprendió, se sentó de nuevo a meditar y buscó un deseo realmente bueno. 

Finalmente, el hombre dijo:

He estado casado y divorciado tres veces.

Mis mujeres siempre han dicho que no me preocupo de nada y que soy insensible.

Así que mi deseo es:

¡Quiero poder entender a las mujeres! 

Quiero saber cómo se sienten por dentro.

Quiero saber qué están pensando cuando me miran en silencio.

Quiero saber porqué gritan y porqué  lloran.

Quiero saber qué quieren realmente cuando dicen: “No pasa nada”

En realidad, lo que más quiero es saber como puedo hacerlas “realmente  felices."


El  genio le mira sorprendido y le pregunta:


 ¿El puente, lo querrías de dos o de cuatro  carriles?

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